
Supongo que todos podemos hacernos una imagen mental de esas películas del Oeste, donde aparece un pueblo abandonado, donde solo hay matojos arrastrados por el viento y persianas que golpean los batientes con un chirriar de goznes de tono lastimero; pueblos fantasma que tuvieron algun momento de esplendor, pero que cayeron irremediablemente en el olvido. Quizá este sea el mejor momento para que algun director primerizo pueda aprovechar para un neo-western el lamentable decorado que ofrecen los cientos (o miles) de barrios y pueblos fantasma que estan apareciendo a raíz de la crisis inmobiliaria.
Marina d'Or es un buen exponente de la crisis del ladrillo. Pese a los esfuerzos de empresarios sin escrúpulos y clanes políticos de rancia herencia (¿o era al revés?) para edificar apresuradamente terrenos recalificados de un plumazo, los complejos turísticos decadentes como este paraje valenciano empiezan un lento, pero inexorable, declive: ya no compra nadie, los apartamentos se quedan vacíos ante la imposibilidad de encontrar nuevos compradores; los despidos entre las plantillas de mantenimiento y construcción son consecuencias lógicas de este proceso inflacionista.
Pero Seseña se lleva el premio: lejos del proyecto de construir trece mil viviendas, sólo se han dejado engañar setecientos cincuenta inconscientes para trasladar su residencia a ese paraje desértico que era la zona. El resto de compradores jamás pretendió irse a vivir allí, porque la idea era (¡qué originalidad!¡Qué astucia!¡Qué audacia!) comprarse un piso en Seseña para revenderlo y vivir de la especulación.
Lejos de la historia de final feliz que muchos cándidos imaginaban al comprar sobre papel, orientándola a la venta -bastante inflada- posterior, el frenado en seco de las ventas ha dado la vuelta a la tortilla (tortilla española, claro) del panorama inmobiliario: antes todo el mundo se esforzaba por comprar y ahora todo el mundo necesita vender para no perder dinero. Y la situación ha tomado tales dimensiones que incluso el mismísimo Alan Greenspan nos compadece, afirmando que esto sí que es una crisis inmobiliaria y no la norteamericana. Pero esta es una situación que todos sospechábamos y que todos vivimos. Yo mismo me he trasladado a otra población donde se había producido un boom inmobiliario, con sus bloques de pisos construidos en islas, los locales por alquilar y las omnipresentes gruas. Ante la imposibilidad de comprar una vivienda, tuve que decantarme por un alquiler (bastante caro, por cierto) en un conjunto de bloques de pisos bastante "apañao", pero la mitad vacíos. Hoy mismo he podido contemplar desde mi soleado balcón (he de reconocer que esto es un lujazo comparado con mi situación anterior) cómo un par de comerciales inmobiliarios se habían citado con una pareja para visitar alguna vivienda de las que quedaban por vender. Las peores, eso sí. No he visto mucho "feeling", y el pitillo fumado ansiosamente por uno de los tios trajeados(y con el pelo enguminado y formando pinchos, un "atrezzo" bastante corriente y de dudoso gusto, muy común en este sector) al finalizar la entrevista, antes de subir a su flamante coche, me hacen pensar que no se ha llegado a un acuerdo. Sin embargo, los hay que no pierden la esperanza y se dedican a quitar el correo-propaganda que desborda los buzones de los pisos vacíos, para que la visita de cara a la venta no se vea manchada de un cierto abandono melodramático y eche atrás a los posibles compradores. Anda y que os den morcilla, que os lo mereceis... ¡especuladores!

2 comentarios:
hola de nuevo!al final he tenido tiempo de pasarme otra vez hoy por aqui,aunque sea desde el curro..
Esta noticia la verdad que es de las mejores y más curradas que he visto y tengo que felicitaros por vuestro trabajo.
A ver si un día os paso alguna noticia que tengo yo por aqui y la publicais ya que yo no tengo tiempo.
bueno un saludo, y todos los jovenes DEBEMOS luchar por una vivienda digna.
Javi que es como me llamo que en el otro comentario no os lo dije.
A cuidarse!
FRASES PARA LA CRISIS.
Después de la del Ministro SOLVES sobre los "riesgos excesivos"...que él podía ver a diario en la CENTRAL DE RIESGOS DEL BANCO DE ESPAÑA... y que no tomaron MARTINSA-FADESA sino las CAJAS Y CAIXAS... las inmobiliarias y sus “amigos de las CAJAS”... solo el DINERO...
Otra sandez...esta vez de la Ministra Beatriz Corredor...
El Gobierno comprará suelo a las inmobiliarias... ¿del recalificado por mini alcaldes de pandereta?...¿a cuanto de repercusión por metro cuadrado construíble?.
De golpe podría enriquecer de nuevo a los esquilmados ayuntamientos, cajas, inmobiliarias... y de nuevo hacer felices a la jauría de corruptos.
¿Habrá dinero para tanto, o se podrán imprimir tantos EUROS?.
Necesitarán frases más ingeniosas, ahora que ya no pueden ocultar, no ya la CRISIS, sino el mayor expolio de la Historia al SISTEMA FINANCIERO ESPAÑOL.
Rafael del Barco Carreras
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